domingo, 26 de agosto de 2012

La presión del grupo (www.mentefeliz.es)

Un nuevo tema de la web mente feliz, no tiene desperdicio.

Piensa, siente, vive, razona, platica, infórmate y no vendas tu conciencia a grupos de personas manipuladas por algunos que sólo tienen la habilidad de mentir.

La hipótesis de partida es que las personas necesitamos evaluar lo adecuado de nuestro comportamiento. Si no disponemos de datos objetivos, es bastante razonable que comparemos nuestra conducta con la que hacen las personas semejantes a nosotros. Es decir, buscamos la validación social de nuestra conducta. El principio de validación social se aplica, sobre todo, en situaciones ambiguas y tomando como ejemplo a las personas similares a nosotros. En general, pensamos que cometemos menos equivocaciones si actuamos en consonancia con lo que hacen los demás que si no lo hacemos.
Esa tendencia a la imitación es utilizada en muchas tácticas de influencia por parte de nuestros dirigentes , grandes comercios, etc. La estrategia consiste en presentar la acción como lógica porque lo hace la mayoría (“a nosotros nos ha votado la mayoría”, etc.). A veces, esa mayoría se adapta a una audiencia pacífica, refiriéndose al grupo al que pertenece el blanco de influencia (mayoría de los jóvenes, mayoría de amas de casa, mayoría de ejecutivos…) , para incitar un sentimiento de identidad social y la tendencia a imitar a los que son semejantes (Teoría de la comparación social, Festinger, 1954).
A veces, esa tendencia a la imitación tiene trágicas consecuencias, como cuando las personas votan masivamente a un partido sólo por creerse la "ilusión de cambio" que les han publicitado (analizar últimas elecciones) o lo que pasó cuando el "patriotismo americano" fue utilizado para que la masa ciudadana engañada apoyara la guerra de Irak.

Esto se sustenta en otra
variable importante, la influencia de la autoridad . Se nos enseña desde pequeños que obedecer a la autoridad es bueno y desobedecer es malo. El poder de la autoridad descansa en parte en que ejerce el control sobre las recompensas y castigos. Pero no es esa la única razón por la que se obedece a la autoridad. Su poder se basa, sobre todo, en la creencia de que las personas que llegan a un puesto alto en la jerarquía tienen más conocimiento y experiencia que el resto. Se responde de forma automática no sólo a la autoridad real, sino a los símbolos asociados a la autoridad.

Esas personas no son mejores que tú, no son más inteligentes que cualquier ciudadano normal... Pero sí son diferentes en ciertas cosas que trataré de explicarte en esta web...

Revélate con la verdad, educación y respeto.

Un ejercicio: Pregúntate como te comportarías en esta situación:
http://www.youtube.com/watch?v=z4S1LLrSzVE&feature=player_embedded#!

Toni Bauzá.
Experto Universitario en Animación Sociocultural

 bauzatoni@hotmail.com
tel. 610046105

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