miércoles, 15 de agosto de 2012

Tratamiento de la intolerancia a la lactosa

Tratamiento de la intolerancia a la lactosa

Existen dos alternativas para el tratamiento de la intolerancia a la lactosa. La primera es suprimir de la dieta todos los alimentos que tengan lactosa, es decir cualquier producto que contenga leche o queso o que se haya elaborado a partir de estos, ya sea de forma total en los pacientes muy sensibles, o de forma leve en pacientes menos sensibles, que pueden permitirse ingerir pequeñas cantidades de lactosa.
El déficit de lactasa varía de una persona a otra, y también a lo largo de la vida, por lo que se puede averiguar el grado de intolerancia a la lactosa de cada paciente, y determinar el tipo y cantidad de lácteos que puede consumir.
Se debe tener en cuenta que la lactosa puede estar presente en la composición de muchos alimentos o bebidas y no solo en los productos lácteos. Puede haber lactosa en el pan, caramelos, fiambres, postres, sopas, salsas y medicamentos, por lo que se recomienda leer siempre las etiquetas de los alimentos para identificar la presencia de lactosa. El consumo de yogur con cultivos bacterianos vivos produce liberación de lactasa bacteriana bioactiva en el intestino.
La otra alternativa consiste en la administración de sustitutos de la lactasa. Tomar suplementos de la enzima lactasa antes de consumir productos lácteos puede evitar la aparición de síntomas en algunas personas, sin embargo, no es eficaz en todos los pacientes que sufren este trastorno.

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